El Laurel es una planta originaria del area mediterranea, donde crece silvestre. Sus hojas son verde oscuro y perennes. Son alternas, lanceoladas y con el borde algo onduladas. Su caracteristica mas destacable es que son aromaticas.
Son plantas dioicas, es decir, hay pies machos y pies hembras. Las flores, que aparecen de marzo a abril, son amarillas. Su fruto es una baya ovoide, negra cuando madura, del que sale una semilla a principios de otoño.
Se puede propagar por semilas y por esquejes, tanto de raíz como de tallo, utilizando estacas semileñosas.
Es una planta poco exigente en suelos, aunque le va mejor en uno que sea suelto y fresco.
Se puede podar sin problemas, aunque como más se usa es como arbusto (pero pueden formarse tambien árbol).
No es exigente en cuanto a riego, puesto que aguanta muy bien la sequia.
USOS DEL LAUREL
Sus hojas se utilizan como condimento aromatizante de muchas comidas.
Otra utilidad es para hacer aceite aromatizado de laurel.
Sus hojas, en infusión, alivian las molestias estomacales, reduce la hipertensión y es antiséptico para hongos vaginales (baños de asiento).
Se ha usado tradicionalmente para facilitar la digestión y como expectorante y espasmolítico.
Como producto medicinal, una infusión hecha con sus hojas, mejora las dolencias del estómago y el riñón, y favorece la digestión.
Las bayas poseen un aceite usado en perfumería para la fabricación de jabones.
La madera del laurel se utiliza para trabajos de taracea y marquetería.
Historia
Una leyenda griega relata como la ninfa Dafne (laurel en griego), hija del díos-río Pireo y que juró no casarse jamás, huyó a las montañas para escapar del acoso del dios Apolo. Ante la persistencia de este Dafne pidió ayuda a su padre que la transformó en laurel, como muestra una de las esculturas de Gian Lorenzo Bernini conservada en la Galería Borghese de Roma. Apolo desconsolado por perder a su amada, cortó algunas ramas que se colocó en forma de corona y convirtió al laurel en árbol sagrado. Por esta razón la corona de laurel es el símbolo con el que se representa al dios del Olimpo, asociándolo también a ganadores y poetas.
En los Juegos Olímpicos celebrados en Atenas el laurel entregado a los vencedores los elevaba a la categoría de dioses.
En el Imperio Romano las hojas de laurel se empleaban para realizar las coronas triunfales de emperadores y generales victoriosos. La imagen de Julio César siempre aparece aureolada con esta hoja entrelazada.
Para los cristianos el laurel es una planta simbólica de alabanza, formando parte de los ornamentos de algunos santos, como San Cosme o San Damián, según se refleja en el himno de las Fiestas Patronales de Abarán. La rama de laurel fue utilizada en el escudo de la Santa Inquisición formado por La Cruz, flanqueada por la espada y el laurel.
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